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Principios para entender a la España vaciada

En septiembre irrumpía el partido España Vaciada, conformado por numerosos colectivos y asociaciones de provincias despobladas. ¿A qué realidad responde? ¿Cuáles son sus propuestas? Os ofrecemos algunas claves en este artículo.

PAULA MOZOTA

¿Qué provincias componen esta región? La España vaciada está compuesta por las ocho provincias de Castilla y León (León, Palencia, Burgos, Soria, Zamora, Valladolid, Segovia y Ávila), las cinco de Castilla la Mancha (Guadalajara, Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Albacete), todo Aragón (Huesca, Zaragoza y Teruel), Extremadura al completo (Cáceres y Badajoz), tres provincias de Andalucía (Córdoba, Jaén y Granada), dos de Valencia (Castellón y Valencia), Asturias, Navarra y La Rioja. También se considera vaciada la zona que rodea a la Sierra de Guadarrama en Madrid.

Para hacerse una idea de esta despoblación revisaremos algunos números. La densidad de población media en España es de 94 h/km, mientras que las de comunidades como Castilla y León o Extremadura es de 25 h/km; provincias como Soria tienen una densidad de 8,6 h/km.

¿Qué es España Vaciada?

160 organizaciones se han unido para formar el grupo España Vaciada con el fin de hacerse oír y conseguir un aumento de la calidad de vida de las y los habitantes de sus provincias. Luchan para que quienes ahí residen no se vean forzados a emigrar por falta de trabajo o servicios, y para conseguir que nuevos habitantes lleguen a esos pueblos que se encuentran en peligro de pasar a denominarse pueblos fantasmas.

Algunos de los grupos que componen España Vaciada también actúan por su cuenta. Un ejemplo es Teruel Existe, cuyo movimiento más conocido fue el de presentarse a las elecciones generales de 2019. Por otra parte, está Soria ¡Ya!, que aparte de dar visibilidad al problema y convocar manifestaciones, hacen pedagogía en las redes, en las que por ejemplo suben mapas realizados por ellos mismos que muestran la realidad de la situación.

¿Qué quieren?

Una de las campañas que España Vaciada ha llevado a cabo con el fin de acercarse a la igualdad es la del 100/30/30. Estos números hacen referencia a 100 megabytes simétricos de internet, 30 minutos a los servicios públicos y 30 kilómetros de vía de alta capacidad. Aunque parezca mentira existen zonas del país donde el 4G no existe, donde es normal que el tren vaya con una hora de retraso y eso suponga que no puedas hacer la compra porque cuando termines ya no habrá tren de vuelta o donde, si te da un infarto, puede que tengas que ir a otra provincia o incluso comunidad autónoma para ser atendido.

Algunos de los grupos que conforman España Vaciada de vez en cuando proponen pequeñas ideas para mejorar la situación. Este es el caso de Soria ¡Ya!, que sugirió que las obras guardadas en los sótanos de grandes museos como el Prado o el Reina Sofía se repartiesen por los distintos pueblos de las zonas vacías y se creasen  mini museos para atraer el turismo. La Universidad de Zaragoza, por su parte, ha comenzado un programa llamado Erasmus rural en el que ya se han apuntado más de 80 personas por curso en los 3 años que llevan actuando. Consiste en ir un año a vivir a un pequeño pueblo aragonés donde, a cambio de colaborar en asuntos del pueblo, se recibe un sueldo y una casa. Esta iniciativa la ha adoptado también Castilla y León este año  y el Ministerio de Universidades está comenzando a trabajar en un proyecto muy similar.

La voz de las personas residentes

Esperanza de León, mujer de la tercera edad residente en Utrilla, un pequeño pueblo de Soria, comenta la situación: “En el pueblo todos somos personas mayores y el médico viene solo una vez a la semana. Como te pase algo te tienes que ir a urgencias del pueblo de al lado que no está muy cerca, y si no pueden hacer nada, una hora hasta Soria. ¡Pero si muchos ni siquiera podemos conducir ya! Menos mal que los chicos de los camiones de la comida son majos y aparcan enfrente de casa, si no, no sé qué haríamos. Mi marido y yo encima tenemos que estar yendo y viniendo a Madrid todo el rato, porque muchas de las cosas que nos pasan no nos las pueden tratar en Soria. Y eso es un martirio porque, como solo está el tren de medio día y el de la tarde, no te da tiempo a ir y a volver, y tienes que echar toda la noche en Madrid perdiendo el tiempo. ¡No hay derecho!”.

Ana Sánchez, residente en Morata de Jiloca, Zaragoza, opina lo siguiente: “No hay nada. Somos 99 habitantes sin nada que hacer a parte de aburrirnos y contarnos las penas. En sus buenos tiempos el pueblo tenía carnicerías, panaderías, tiendas y un montón de gente; pero ahora… nada. En verano vienen los hijos y los nietos de los cuatro gatos que somos y se está mejor, pero vamos, que es solo durante un mes, el resto a dar paseítos por la tarde y a rezar porque la señal llegue a la tele. Si queremos hacer la compra hay que bajar a Calatayud, pero claro, aquí estamos ya muy viejos y no podemos coger el coche, así que hay que coger el autobús que baja a las 8:10 y luego subir en el de las 14:30, porque no hay más. A los que hemos visto a este pueblo decaer nos da todo muchísima pena, los que vienen de vez en cuando no lo notan tanto, pero es una verdadera tristeza ver todo tan vaciado”.

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